El interior de la iglesia de Zael impresiona por su grandeza y la belleza de los altares en sus tres naves de estilo gótico-renacentista.
En la nave central, más elevada que las laterales, resalta el Retablo Mayor, realizado por Andrés Bolado en 1787 siguiendo un estilo neoclásico. En el año 1802, el maestro Pedro Ortiz lo doró e imitó mármoles y jaspes. Posteriormente, el escultor Andrés Romero trabajó en las tallas que presiden las hornacinas, fundamentalmente la Asunción de María (en el ático del retablo) y la de la Patrona, Santa Eulalia de Mérida(en el centro). A su izquierda a se encuentra San Sebastián y a su derecha, San Joaquín.
En la parte opuesta al Retablo Mayor se encuentra la Pila Bautismal, ejemplar muy interesante del románico, Tiene su interior forma de concha y en el exterior, diseño de media naranja. En la base hay representado un santo, que bien podría ser San Pedro, el que abre las Puertas del Cielo.
En la nave derecha de la iglesia destaca el Retablo de los Reyes. Es de estilo renacentista y de pequeñas dimensiones, encajado en el muro y decorado con una cenefa de piedra. En el cuerpo inferior se representan la presentación de Jesús en el templo; la misa de San Gregorio y la de Santa Catalina.
En el cuerpo del medio se encuentra la Adoración de los Reyes Magos y el Nacimiento. En el centro se sitúa una talla de la Virgen con el Niño. En el ático se representa la Anunciación, una imagen de Cristo Majestad y la Presentación de la Virgen. Como orla, el retablo se rodea de imágenes de santos.
Otros retablos que destacan en la Iglesia de Santa Eulalia son el retablo del Santo Cristo, que se remonta al año 1740, de estilo neoclásico; y el de Nuestra Señora, que data del año 1773.